Cuaresma de Fraternidad es una invitación a vivir el tiempo litúrgico de Cuaresma de una manera especial, con mayor profundidad, desde el encuentro cercano e íntimo con Cristo y llevando a la práctica su mensaje de solidaridad con los demás.
En este sentido, uno de sus objetivos es lograr que esta vivencia espiritual particular “se exprese en austeridad y sencillez de vida como expresión del reencuentro con el Señor y promover la solidaridad de los chilenos, y de los católicos en particular, hacia los más necesitados” (Reglamento Cuaresma de Fraternidad).
Para animar esta vivencia, cada año se pone a disposición de todos y todas quienes quieran hacerse parte de esta iniciativa, una serie de materiales que facilitan y motivan estas prácticas: el altar, las alcancías, una oración y afiches que nos recuerdan el momento especial que estamos viviendo y nos invitan a orar y a hacer pequeños sacrificios que puedan ser compartidos con otros para mejorar sus condiciones de vida.
Luego, gracias a la solidaridad de cada persona, familia y comunidad, y con los aportes que se reúnen en las alcancías, se apoyan a lo largo del año diversas acciones y proyectos de carácter social y pastoral en parroquias, capillas y fundaciones distribuidas a lo largo de todo nuestro país.